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Lento y Natural

Después de la salazón con sal marina, los jamones pasan a secaderos naturales donde se aprecia un lagrimeo constante de las piezas, como consecuencia de la fusión progresiva de la grasa, indicador del inicio de la curación.

Al final del verano descienden a la bodega, donde el tiempo se detiene y donde la acción de la microflora y el microclima existentes, naturales del Valle de los Pedroches, contribuirán a obtener un producto final único tras un periodo mínimo de 24 meses.

Auténtica Obra de Arte

En la bodega de Ibérico de Bellota S.A. se respira calma y sosiego, solamente perturbado por el abrir y cerrar de ventanas que dirige el maestro jamonero, jugando con las brisas del Valle de los Pedroches, factor esencial para poder ofrecer jamones de paladar dulce, textura untosa y aromas inconfundibles.

Absolutamente Único

Su grasa entreverada y su tocino brillante y rosado nos indican que estamos ante un verdadero Jamón Ibérico en su punto exacto de curación y con una riqueza de matices sensoriales únicos e inigualables.